Arabia Saudita rompe el pacto del petrodólar de 1974. Análisis del colapso del sistema que sostuvo al dólar como moneda global.
Introducción
En junio de 2024, algo histórico ocurrió sin que muchos se dieran cuenta: Arabia Saudita dejó expirar silenciosamente un acuerdo de 50 años con Estados Unidos que obligaba al reino a vender su petróleo exclusivamente en dólares. Este pacto, firmado en 1974, fue uno de los pilares que convirtió al dólar estadounidense en la moneda de reserva global y que permitió a Washington financiar déficits astronómicos sin consecuencias inmediatas. Ahora, con ese acuerdo en el olvido, el mundo se encamina hacia un orden monetario radicalmente diferente. ¿Estamos presenciando el principio del fin de la hegemonía del dólar? ¿Y qué tiene que ver todo esto con SWIFT, ese sistema de pagos internacionales del que tanto se habla?
🛢️ El Petrodólar: El Acuerdo que Cambió el Mundo
Para entender la magnitud de lo que acaba de suceder, hay que retroceder medio siglo. En 1974, después del shock petrolero de 1973 y el colapso del sistema de Bretton Woods, Estados Unidos logró un golpe maestro de geopolítica económica. El secretario de Estado Henry Kissinger negoció con Arabia Saudita un pacto aparentemente simple pero devastadoramente efectivo: los saudíes venderían su petróleo solo en dólares y, a cambio, recibirían protección militar estadounidense y acceso al mercado de armas más sofisticado del mundo.
¿El resultado? Como el petróleo es el commodity más comercializado del planeta, todos los países necesitaban dólares para comprarlo. Esto creó una demanda artificial y permanente de la moneda estadounidense, permitiendo a la Reserva Federal imprimir billetes con relativa impunidad sin generar una inflación devastadora. El Departamento del Tesoro de Estados Unidos encontró en este sistema la gallina de los huevos de oro: podía financiar guerras, programas sociales y déficits comerciales simplemente emitiendo más deuda en dólares, sabiendo que el mundo entero la absorbería.
Durante décadas, el petrodólar no fue solo un acuerdo comercial, fue el músculo financiero del imperio estadounidense. Cada barril de petróleo saudí, iraquí o venezolano que se vendía en dólares reforzaba el dominio de Washington sobre el sistema financiero global.
🔄 Junio 2024: El Silencioso Terremoto Geopolítico
El 9 de junio de 2024, el acuerdo expiró. Sin fanfarrias, sin declaraciones oficiales ampliamente difundidas, sin titulares apocalípticos en los principales medios occidentales. Arabia Saudita simplemente dejó que el pacto muriera de muerte natural. Pero no se equivoquen: este silencio fue ensordecedor para quienes entienden de finanzas internacionales.
Según informes de organismos económicos internacionales, Arabia Saudita ha estado diversificando activamente sus socios comerciales y sus monedas de transacción. El reino ya no depende exclusivamente de Estados Unidos para su seguridad (ha cultivado relaciones con China y Rusia) y tampoco necesita las armas estadounidenses tanto como antes, dado el desarrollo de su propia industria militar y acuerdos con otros proveedores.
¿Por qué lo hicieron? Las razones son múltiples: tensiones con Washington por políticas hacia Irán, el ascenso de China como principal comprador de petróleo saudí, la aspiración de Arabia Saudita de unirse al BRICS, y la simple realidad de que el mundo multipolar ofrece más opciones que el mundo unipolar de los 90. El príncipe heredero Mohammed bin Salman ha demostrado ser pragmático y oportunista, y en 2024, apostar todo al dólar estadounidense simplemente no tenía sentido estratégico.
💱 SWIFT: El Arma Financiera que se Volvió contra Occidente
Aquí es donde la historia se entrelaza perfectamente con SWIFT, ese sistema de mensajería interbancaria con sede en Bélgica que procesa la mayoría de las transferencias internacionales del mundo. SWIFT no es técnicamente estadounidense, pero Estados Unidos y la Unión Europea ejercen una influencia dominante sobre él.
Durante años, la amenaza de desconectar a un país de SWIFT fue el arma financiera definitiva. Se usó contra Irán, se amenazó a Rusia antes de la invasión de Ucrania en 2022, y finalmente se implementó parcialmente contra bancos rusos después de febrero de 2022. Según análisis del Banco de Pagos Internacionales, la exclusión de Rusia de SWIFT aceleró dramáticamente el desarrollo de sistemas de pago alternativos.
¿El problema? Cada vez que Occidente usa SWIFT como arma, demuestra al resto del mundo que el sistema financiero internacional no es neutral, sino una herramienta geopolítica. China respondió expandiendo su CIPS (Sistema de Pagos Interbancarios Transfronterizos de China), Rusia desarrolló su SPFS, India creó su propio sistema UPI para pagos digitales, y hasta la Unión Europea ha discutido crear alternativas para protegerse de decisiones unilaterales estadounidenses.
El fin del petrodólar y la politización de SWIFT son dos caras de la misma moneda: el desmantelamiento gradual pero inexorable de la arquitectura financiera que Estados Unidos construyó después de la Segunda Guerra Mundial. Arabia Saudita, al liberarse de la obligación del dólar, puede ahora comerciar con China en yuanes, con India en rupias, con Europa en euros, sin pasar necesariamente por el sistema SWIFT dominado por Occidente. Es libertad financiera con esteroides.
🌍 ¿Qué Significa Esto para el Ciudadano Común?
Puede que todo esto suene abstracto, como juegos de poder entre élites financieras. Pero las consecuencias son muy concretas y afectarán tu bolsillo, te interese la geopolítica o no.
Primero, el dólar probablemente se debilitará gradualmente. Si los países ya no necesitan acumular dólares para comprar petróleo, la demanda de la moneda estadounidense caerá. Esto significa inflación en Estados Unidos (los dólares que vuelvan a casa aumentarán la oferta monetaria) y potencialmente tasas de interés más altas para contener esa inflación. Para el resto del mundo, especialmente países que exportan a Estados Unidos, sus monedas podrían apreciarse, haciendo sus exportaciones menos competitivas.
Segundo, veremos más comercio en monedas locales. Ya está sucediendo: según datos del Banco Mundial, el porcentaje de comercio internacional liquidado en dólares ha caído del 71% en 2001 a alrededor del 58% en 2024. Este proceso se acelerará. Empresas que antes operaban exclusivamente en dólares ahora deberán gestionar múltiples monedas, aumentando costos pero también reduciendo riesgos de exposición al dólar.
Tercero, el sistema financiero se fragmentará. En lugar de un único sistema global centrado en el dólar y SWIFT, tendremos bloques regionales con sus propios sistemas de pago y monedas de reserva. Esto podría reducir la capacidad de Estados Unidos de imponer sanciones unilaterales, pero también hará el comercio internacional más complejo y potencialmente más costoso. La globalización tal como la conocimos podría estar llegando a su fin, reemplazada por una "regionalización" del comercio.
🔮 El Futuro: Multipolaridad Monetaria o Caos Organizado
No nos engañemos: el dólar no va a desaparecer mañana. Estados Unidos sigue siendo la mayor economía del mundo, tiene los mercados financieros más profundos y líquidos, y la inercia institucional del sistema actual es inmensa. Según estimaciones del Fondo Monetario Internacional, el dólar todavía representa aproximadamente el 59% de las reservas globales de divisas a finales de 2024.
Pero la tendencia es clara: estamos pasando de un sistema unipolar dominado por el dólar a uno multipolar donde yuanes, euros, e incluso criptomonedas desempeñarán roles más importantes. El petrodólar fue el cemento que mantuvo unido al sistema financiero global durante medio siglo. Ahora que ese cemento se está agrietando, nadie sabe exactamente qué estructura emergerá.
¿Será más estable un sistema multipolar? La historia sugiere que no necesariamente. Los períodos de transición hegemónica tienden a ser turbulentos. El paso del patrón oro británico al dólar estadounidense en el siglo XX estuvo marcado por dos guerras mundiales y la Gran Depresión. Esperemos que esta vez la transición sea más pacífica, pero los nubarrones se acumulan: tensiones entre Estados Unidos y China, guerras en Ucrania y Medio Oriente, y una economía global que nunca terminó de recuperarse de 2008 y 2020.
Lo que sí es seguro es que Arabia Saudita, al no renovar el pacto del petrodólar, ha dado el pistoletazo de salida a una nueva era. Una era donde Estados Unidos tendrá que competir por su estatus de moneda de reserva en lugar de darlo por sentado. Una era donde el poder financiero estará más distribuido, pero también más fragmentado. Una era donde el dinero, ese invento humano tan peculiar, volverá a ser un campo de batalla geopolítico abierto.
💬 Call to Action
¿Crees que el fin del petrodólar marcará el principio del declive estadounidense o solo es un ajuste natural hacia un mundo más equilibrado? ¿Tu país está preparado para operar en un sistema financiero multipolar? Comparte este artículo con alguien que necesite entender que el dinero nunca es neutral, siempre es poder. Y déjanos tu opinión en los comentarios: ¿prefieres un mundo con un solo gendarme financiero o uno con varios actores compitiendo por la influencia?
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