Europa se enorgullece de sus valores democráticos, de su memoria histórica, de sus monumentos que recuerdan las tragedias del pasado para que no se repitan. Pero hay un pueblo que camina por sus calles, vive en sus márgenes, y cuya historia ha sido sistemáticamente borrada, silenciada, ignorada. Son los Roma —también conocidos como gitanos—, una nación sin Estado que ha sobrevivido a siglos de persecución, y que aún hoy lucha por ser vista.
🌍 Un pueblo sin fronteras
Los Roma no llegaron de Europa. Su origen se remonta a la India, hace más de mil años. Migraron hacia el oeste, cruzando Persia, el Imperio Bizantino, hasta establecerse en distintas regiones del continente europeo. No son un grupo homogéneo: hay Kalé, Sinti, Manush, Lovari, entre otros. Pero comparten una historia común de exclusión, estigmatización y resistencia.
Desde su llegada, fueron considerados extranjeros perpetuos. En la Edad Media, se les acusaba de brujería, robo, vagancia. Fueron esclavizados en los principados de Valaquia y Moldavia durante siglos. En España, se les obligó a abandonar su lengua y costumbres. En Francia, se les expulsó repetidamente. En Alemania, se les marcó como “asociales”.
🕯️ El Porrajmos: el genocidio olvidado
Durante el régimen nazi, los Roma fueron víctimas de un genocidio que aún hoy no ocupa el lugar que merece en los libros de historia. El Porrajmos —“devoramiento” en romaní— costó la vida de entre 220,000 y 500,000 personas. Fueron deportados a campos de concentración como Auschwitz-Birkenau, donde se les encerró en el “Zigeunerlager” (campo de gitanos). Mujeres, niños, ancianos: todos fueron exterminados.
Pero a diferencia del Holocausto judío, el Porrajmos no fue reconocido oficialmente por muchos Estados europeos hasta décadas después. No hubo indemnizaciones, ni monumentos, ni memoria pública. El silencio fue la segunda muerte.
🚫 Invisibles en democracia
Hoy, los Roma son la minoría étnica más grande de Europa, con más de 10 millones de personas. Y sin embargo, siguen siendo invisibles en los parlamentos, en los medios, en las universidades. En países como Hungría, Eslovaquia, Rumanía o Bulgaria, viven en condiciones de pobreza extrema, en asentamientos sin agua ni electricidad, excluidos del sistema educativo y sanitario.
| País | Población 2025 | % del país | Ciudad con más Roma |
|---|---|---|---|
| Rumania | 1.850.000 | 8,3 % | Bucarest |
| España | 1.500.000 | 3 % | Granada / Sevilla |
| Hungría | 870.000 | 9 % | Budapest |
| Eslovaquia | 490.000 | 9 % | Košice |
| Bulgaria | 750.000 | 10 % | Sofía |
| País | Población Máxima | Población Mínima | % de Población Nacional |
|---|---|---|---|
| Rumania | 1,850,000 | 569,500 | 8.32% |
| España | 1,500,000 | 750,000 | 3% |
| Francia | 1,200,000 | 300,000 | 1.8% |
| Hungría | 870,000 | 309,632 | 10% |
| Rusia | 825,000 | 205,007 | 0.6% |
| Eslovaquia | 490,000 | 105,738 | 9% |
| Bulgaria | 325,343 | 325,343 | 4.7% |
| Grecia | 300,000 | 111,000 | 2.8% |
| Ucrania | 260,000 | 47,587 | 0.6% |
| República Checa | 250,000 | 5,199 | 2.4% |
En Francia e Italia, son objeto de desalojos forzados, redadas policiales y discursos políticos que los criminalizan. En España, aunque hay avances, persisten los prejuicios y la segregación escolar. En Alemania, aún se lucha por el reconocimiento pleno del Porrajmos.
La discriminación no es solo institucional. Es cultural. Es el chiste en la sobremesa, el estereotipo en la televisión, el rechazo en la entrevista de trabajo. Es el racismo cotidiano que convierte a los Roma en ciudadanos de segunda.
✊ Voces que resisten
Pero los Roma no han sido solo víctimas. Han sido también creadores, pensadores, artistas. Su música ha influido en el flamenco, el jazz manouche, la música balcánica. Su literatura, aunque poco difundida, narra historias de dignidad y lucha. Su activismo ha logrado avances importantes, como el reconocimiento del 2 de agosto como Día de Conmemoración del Genocidio Roma.
Nuevas generaciones de líderes Roma están alzando la voz. En Bruselas, en Estrasburgo, en Budapest. Reclaman políticas públicas inclusivas, educación intercultural, acceso a la vivienda, y sobre todo: respeto.
🧭 ¿Y nosotros?
En La Verdad Compartida creemos que la memoria no es un lujo, sino una responsabilidad. Que no basta con recordar a las víctimas del pasado si seguimos ignorando a las del presente. Que no hay democracia plena sin justicia para todos.
Los Roma no son una nota al pie de la historia europea. Son parte de su columna vertebral. Reconocer su historia, su dolor, su cultura, es un acto de reparación. Y también, de humanidad.

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