🔱 ARA San Juan: La tragedia que Argentina nunca olvidará ni perdonará

Submarino ARA San Juan: análisis de la tragedia de 2017 que dejó 44 tripulantes muertos y destapó negligencia militar y política en Argentina.

Submarino ARA San Juan hundiéndose en aguas profundas del Atlántico Sur con 44 siluetas de tripulantes - Tragedia naval argentina 15 noviembre 2017

El 15 de noviembre de 2017, el submarino ARA San Juan desapareció en las profundidades del Atlántico Sur con 44 tripulantes a bordo. Lo que comenzó como una operación de búsqueda desesperada se convirtió en una dolorosa radiografía del abandono institucional, la corrupción militar y el desprecio por la vida de quienes defienden la soberanía nacional. Hoy, siete años después, las familias siguen exigiendo justicia mientras el Estado argentino continúa evadiendo responsabilidades. Esta no es solo la historia de un naufragio: es el retrato de un país que sacrifica a sus héroes en el altar de la desidia y la impunidad.

🌊 El último mensaje: "Ingreso de agua por el snorkel"

El 15 de noviembre de 2017, a las 7:30 horas, el ARA San Juan reportó una avería eléctrica causada por ingreso de agua salada a través del sistema de ventilación snorkel. El comandante Pedro Fernández informó que la situación estaba "bajo control" y que continuarían navegando en superficie hacia Mar del Plata. Fue el último contacto.

Cuatro horas después, a las 10:31, una explosión anómala fue detectada por sensores internacionales a 60 kilómetros de la última posición conocida del submarino. La Armada Argentina tardó ocho días en confirmar públicamente lo que ya era evidente: el ARA San Juan había implosionado y sus 44 tripulantes estaban muertos.

La demora en reconocer la tragedia no fue casualidad. Fue el primer capítulo de una estrategia de ocultamiento sistemático que continúa hasta hoy.

⚙️ Un submarino condenado desde el muelle

El ARA San Juan era un TR-1700, submarino alemán botado en 1983 que debió ser dado de baja décadas antes. Su última "gran reparación" comenzó en 2008 en el astillero estatal CINAR y se extendió hasta 2014: seis años de demoras, sobrecostos y negligencias documentadas. Según investigaciones judiciales posteriores, la modernización fue superficial y plagada de irregularidades.

El submarino presentaba problemas estructurales conocidos: baterías obsoletas, sistemas eléctricos defectuosos, fallas en el casco y ausencia de mantenimiento preventivo adecuado. El propio comandante Fernández había reportado anomalías en misiones anteriores, pero sus advertencias fueron ignoradas por la cadena de mando.

Como reveló Infobae en extensos reportajes de investigación, el ARA San Juan zarpó de Ushuaia el 13 de noviembre con 19 anomalías sin reparar registradas en el libro de máquinas. Entre ellas: averías en el sistema de refrigeración, problemas en compresores y fallas eléctricas recurrentes. La Armada autorizó la navegación de todas formas.

La decisión de enviar ese submarino al mar no fue un error: fue homicidio culposo institucionalizado.

🔍 El año perdido: cuando buscar era fingir

La operación de búsqueda se convirtió en un circo mediático grotesco. El gobierno de Mauricio Macri y la Armada Argentina desplegaron un operativo internacional que involucró a 18 países y decenas de embarcaciones, pero durante meses las autoridades mintieron sistemáticamente sobre las posibilidades de supervivencia.

Aunque la explosión registrada el 15 de noviembre hacía evidente que el submarino había implosionado instantáneamente, voceros oficiales alimentaron falsas esperanzas hablando de "búsqueda de sobrevivientes" y "reservas de oxígeno". Las familias fueron engañadas durante semanas mientras la clase política se paseaba frente a las cámaras simulando preocupación.

El submarino fue finalmente localizado el 17 de noviembre de 2018 —un año después— a 907 metros de profundidad por la empresa estadounidense Ocean Infinity. El casco estaba completamente fragmentado, confirmando la implosión. No hubo supervivientes. Nunca los hubo.

Según el Centro de Investigación de Explosiones de Austria (CTBTO), citado por medios internacionales como BBC Mundo, la explosión registrada fue equivalente a varios kilos de TNT y descartó cualquier posibilidad de supervivencia.

⚖️ Justicia esquiva: todos culpables, nadie preso

En diciembre de 2019, el juez federal Martín Bava procesó a excomandantes de la Armada y funcionarios por "estrago culposo agravado y omisión de deberes". Entre los acusados: Marcelo Srur (jefe de la Armada), Luis López Mazzeo (exjefe del Estado Mayor) y responsables del mantenimiento del submarino.

Las acusaciones fueron contundentes: negligencia en el mantenimiento, ocultamiento de información técnica, autorización imprudente de zarpe y mentiras deliberadas a las familias. Pero hasta hoy, ningún alto cargo ha pisado la cárcel.

El caso avanza con lentitud burocrática mientras los procesados disfrutan libertad y pensiones militares. Las familias organizadas en la Comisión de Familiares del ARA San Juan denuncian presiones, dilaciones y complicidad judicial. Como declaró Itatí Leguizamón, hermana del submarinista Damián Tagliapietra: "En Argentina, los responsables de matar a nuestros hijos siguen libres tomando té".

🌍 No es el único: submarinos y militares sacrificados por la burocracia

La tragedia del ARA San Juan no es un caso aislado en la historia militar latinoamericana. Refleja un patrón regional de desinversión crónica, corrupción institucional y desprecio por la vida de la tropa.

En 2018, Indonesia perdió el submarino KRI Nanggala-402 con 53 tripulantes tras décadas de mantenimiento deficiente. En 2000, Rusia vivió el desastre del Kursk, donde 118 marinos murieron mientras el Kremlin negaba la realidad durante días. En ambos casos, como en Argentina, las causas fueron las mismas: negligencia, corrupción y mentiras.

Lo que distingue al caso argentino es la impunidad sostenida. Mientras Rusia despidió funcionarios y revisó protocolos, Argentina sigue protegiendo a los responsables bajo el manto corporativo de las Fuerzas Armadas.

💔 Reflexión final: héroes sin Estado, familias sin justicia

Siete años después, las preguntas siguen sin respuesta: ¿Quién autorizó el zarpe de un submarino inutilizable? ¿Por qué se ocultó la explosión durante días? ¿Por qué ningún almirante ha sido encarcelado? ¿Cuándo el Estado argentino pedirá perdón de rodillas ante las 44 familias destrozadas?

El ARA San Juan no se hundió por una tormenta ni por error humano: lo hundió un sistema corrupto que prefiere gastar millones en ceremonias militares vacías mientras sus submarinos naufragan por falta de mantenimiento. Lo hundió un Estado que abandona a sus soldados, miente a sus familias y protege a sus criminales uniformados.

Cada 15 de noviembre, Argentina recuerda a 44 héroes que murieron defendiendo la soberanía marítima de un país que los traicionó antes de zarpar. Y cada año, la pregunta resuena con más fuerza: ¿Cuándo habrá justicia para los tripulantes del ARA San Juan?

📢 Call to Action

Si creés que las Fuerzas Armadas merecen transparencia, que las familias merecen justicia y que los responsables deben rendir cuentas, compartí este artículo. La memoria de los 44 tripulantes del ARA San Juan exige que no miremos para otro lado.

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