Los Acuerdos de Abraham: ¿Paz o nuevo orden geopolítico? 🤝

Bandera de Israel y Emiratos Árabes Unidos ondeando juntas frente a un mapa desenfocado que muestra las tensiones geopolíticas en Oriente Medio.

Introducción

En 2020, mientras el mundo luchaba contra una pandemia, se firmaba en Washington una serie de pactos que prometían reconfigurar Oriente Medio. Los Acuerdos de Abraham, normalizando relaciones entre Israel, Emiratos Árabes Unidos y Bahréin, fueron celebrados como un "histórico paso hacia la paz". La narrativa oficial hablaba de tolerancia y prosperidad compartida. Pero, tras el humo de los fuegos artificiales diplomáticos, surge una pregunta incómoda: ¿Estamos ante un genuino avance hacia la concordia regional o simplemente ante la formalización de una alianza de conveniencia contra un enemigo común? Este artículo desmonta la fachada para revelar la fría lógica geopolítica que impulsa esta nueva "paz".

🔥 El contexto real: La contención de Irán

La principal fuerza motriz detrás de los Acuerdos de Abraham no fue un repentino florecimiento de la fraternidad, sino una convergencia estratégica ante la percepción de una amenaza común: la República Islámica de Irán y su creciente influencia en la región. Para EAU e Israel, el expansionismo iraní —a través de sus proxies en Yemen, Líbano, Siria e Irak— representa un desafío existencial. Como analiza Foreign Affairs, estos acuerdos son, en esencia, la cristalización de una alianza tácita que ya existía en materia de inteligencia y seguridad, ahora elevada al rango diplomático. La paz no llegó por un cambio de corazón, sino por un recálculo de intereses nacionales.

💰 Los incentivos tangibles: Armas, tecnología y acceso

La diplomacia no se mueve solo por ideales. Cada firmante obtuvo contrapartidas concretas y materiales. Para los Emiratos Árabes Unidos, la normalización supuso el acceso a tecnología de vanguardia israelí, especialmente en cibernética, agro-tech y vigilancia, pilares de su proyecto económico post-petróleo. También logró el visto bueno de Washington para la multimillonaria compra de aviones de combate F-35, una transacción que antes estaba congelada. Por el lado israelí, consiguió lo que anhelaba desde su fundación: legitimidad y aceptación en la región, rompiendo su aislamiento diplomático y abriendo mercados florecientes.

🇵🇸 La traición silenciosa: El abandono de la causa palestina

El elemento más polémico de estos acuerdos es su desvinculación explícita de la solución del conflicto palestino-israelí. A diferencia de los Acuerdos de Oslo o de Camp David, que situaban la cuestión palestina en el centro de la diplomacia regional, los Acuerdos de Abraham la relegaron a un segundo plano. EAU argumentó que la anexión israelí de partes de Cisjordania era inminente y que, gracias a su intervención, se detuvo. Sin embargo, como documenta el medio israelí +972 Magazine, la construcción de asentamientos nunca cesó. El mensaje fue claro: para estas monarquías del Golfo, la estabilidad estratégica y los intereses económicos propios pesan más que la lucha nacional palestina, un giro copernicano en la política árabe.

🎭 Un patrón histórico: Paz impuesta desde arriba

La historia está plagada de acuerdos de paz firmados por élites que no representan las sensibilidades de sus pueblos. Los Acuerdos de Abraham encajan en este patrón. Fueron negociados entre gobiernos autocráticos o tecnócratas, con poca o nula participación ciudadana. La "paz" se decretó, no se construyó desde la base social. Esto crea una fragilidad inherente, como se vio en la Primavera Árabe, donde los regímenes considerados alejados de las aspiraciones populares acabaron tambaleándose. ¿Puede una paz que ignora a la calle sobrevivir a largo plazo?

💡 Reflexión final: ¿Modelo sostenible o pacto de élites?

Los Acuerdos de Abraham no son un modelo de paz, sino un modelo de normalización. Demuestran que cuando los intereses de seguridad y economía de las élites gobernantes convergen, los obstáculos ideológicos y los conflictos pendientes pueden suspenderse temporalmente. Sin embargo, esta arquitectura ignora deliberadamente las grietas más profundas de la región: la falta de democracia, la desigualdad y la herida aún abierta del pueblo palestino. La pregunta no es si esta "paz" es real para los gobiernos, sino si lo es para los pueblos que dicen representar.

🚀 Call to Action (CAT)

¿Crees que esta nueva alianza logrará estabilizar la región o, por el contrario, avivará nuevos focos de conflicto? Tu opinión es crucial. Déjanos un comentario con tu análisis y comparte este artículo para ampliar el debate.

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