En medio del conflicto ucraniano, una nueva narrativa empieza a tomar fuerza: Europa estaría trazando su propio juego estratégico, no solo para contener a Rusia, sino también para redefinir su relación con Estados Unidos. Algunos analistas incluso sugieren que ciertas decisiones europeas podrían estar “fastidiando” a Washington, especialmente bajo la influencia de Donald Trump.
🧭 ¿Qué está pasando?
Según France24, el Kremlin busca atraer a Trump a su narrativa, debilitando el vínculo transatlántico. Europa, por su parte, ha hecho concesiones militares y comerciales para mantener el apoyo estadounidense a Kiev, pero se enfrenta a un presidente que parece más interesado en reunirse con Putin que en coordinar con sus aliados.
🤝 ¿Europa y EE.UU. ya no están en la misma página?
La reciente votación en la ONU, donde EE.UU. se alineó con Rusia, Irán y Corea del Norte al rechazar una resolución que condenaba la invasión rusa, ha encendido las alarmas. Europa, que ha financiado gran parte del esfuerzo bélico ucraniano, se ve ahora excluida de negociaciones clave, como la reunión entre Trump y Putin en Alaska.
🧠 ¿Juego propio o fractura estratégica?
Algunos expertos creen que Europa está intentando reafirmar su autonomía estratégica, cansada de depender de Washington. Otros ven una fractura peligrosa que podría debilitar la respuesta occidental ante Rusia. En cualquier caso, el conflicto ucraniano ya no es solo una guerra territorial: es también un tablero de poder entre bloques que antes parecían inseparables.
📌 ¿Y Ucrania?
Lo más preocupante es que Ucrania no está invitada a la mesa. Las decisiones sobre su futuro se están tomando sin su participación directa. Europa intenta mantenerla en el juego, pero EE.UU. parece dispuesto a negociar sin ella.

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