馃彙 La juventud en Europa ya no sue帽a con comprar casa

 ¿Crisis de expectativas o nuevo estilo de vida?

La juventud en Europa ya no sue帽a con comprar casa

Durante d茅cadas, la propiedad de una vivienda fue sin贸nimo de 茅xito, estabilidad y madurez. Pero hoy, millones de j贸venes europeos han dejado de so帽ar con tener casa propia. ¿Es una renuncia forzada por la precariedad o una elecci贸n consciente que redefine el concepto de hogar?

馃搲 Una realidad que se impone

Entre 2015 y 2023, el precio de la vivienda en Europa aument贸 un 48% en promedio. En pa铆ses como Portugal, el alza super贸 el 100%. Mientras tanto, los salarios se estancan y el desempleo juvenil sigue siendo alarmante: en Espa帽a, por ejemplo, cerr贸 2023 con un 28,36%.

El resultado:  

  • J贸venes que deben dedicar hasta el 80% de su salario al alquiler.  
  • Una edad media de emancipaci贸n que supera los 30 a帽os en pa铆ses del sur como Espa帽a, Italia y Grecia.  
  • Solo el 35,5% de los j贸venes espa帽oles entre 18 y 34 a帽os est谩n emancipados.

馃 ¿Cambio de expectativas o adaptaci贸n forzada?

Muchos j贸venes ya no ven la compra de vivienda como meta. Algunos lo llaman “libertad de movimiento”, otros “minimalismo generacional”. Pero detr谩s de estas narrativas hay una pregunta inc贸moda: ¿realmente eligieron este estilo de vida o simplemente se adaptaron a un sistema que los excluye?

La precariedad laboral, los contratos temporales y la falta de pol铆ticas p煤blicas efectivas han convertido el sue帽o de la casa propia en una utop铆a para millones.

馃實 El mapa desigual de Europa

Mientras en Suecia o Finlandia los j贸venes se emancipan antes de los 22 a帽os, en Croacia o Espa帽a lo hacen despu茅s de los 30. ¿La diferencia?  

  • Pa铆ses del norte invierten en vivienda social (hasta el 30% del parque total en Pa铆ses Bajos).  
  • En el sur, apenas se alcanza el 2,5%.

馃棧️ Conclusi贸n: ¿Renuncia o revoluci贸n?

La juventud europea no ha dejado de so帽ar. Ha cambiado el sue帽o.  Ya no se trata de ladrillos, sino de libertad, movilidad, experiencias.  Pero si ese cambio nace de la imposibilidad, no es revoluci贸n: es resignaci贸n.

La vivienda debe volver a ser un derecho, no un privilegio.  Y Europa, si quiere futuro, debe escuchar a quienes lo habitar谩n.

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