🇺🇸 Cuba bajo presión: Washington cierra la puerta a cualquier negociación bilateral

 

El 11 de julio, en el cuarto aniversario de las protestas del 11J en Cuba, el Departamento de Estado de EE.UU. anunció sanciones directas contra el presidente Miguel Díaz-Canel, así como contra los ministros de Defensa e Interior. La medida fue acompañada por una declaración contundente: “No hay negociación bilateral posible” con el gobierno cubano.

Este anuncio marca un punto de quiebre en las relaciones diplomáticas, reafirmando la línea dura adoptada por la administración Trump en su nuevo mandato.

🧭 Lo confirmado

• Las sanciones incluyen restricciones de visado para Díaz-Canel y sus familiares, además de otros altos funcionarios.
• Se actualizó la lista de Propiedades Restringidas y Alojamientos Prohibidos, incluyendo el hotel Torre K en La Habana.
• Washington acusa al régimen cubano de graves violaciones a los derechos humanos, especialmente por la represión tras el 11J.
• El gobierno estadounidense reafirma que no habrá diálogo bilateral, alineándose con la política de presión total iniciada en 2017.

🗣️ Reacciones desde Cuba

Díaz-Canel respondió en redes sociales que lo que molesta a EE.UU. es la “verdadera independencia” de Cuba, su sistema de salud y educación gratuitos, y su condena a crímenes cometidos por EE.UU. e Israel.

El bloque ALBA-TCP calificó las sanciones como “ilegales y moralmente insostenibles”, y como reflejo del “temor profundo que el imperialismo siente ante el ejemplo vivo de resistencia” cubana.

❓ Lo que está en juego

• ¿Es esta una estrategia para provocar un estallido social en Cuba?
• ¿Puede el gobierno cubano resistir una guerra económica prolongada sin aliados fuertes?
• ¿Qué papel jugarán los países del BRICS y otras potencias emergentes en este nuevo escenario?

📌 Conclusión

La reafirmación de Washington cierra la puerta a cualquier acercamiento diplomático y profundiza el aislamiento de Cuba. En La Verdad Compartida, observamos los hechos sin lealtades automáticas: ni con los gobiernos ni con las narrativas dominantes. La soberanía, la justicia y el diálogo no deberían ser piezas de ajedrez geopolítico.